domingo, 15 de febrero de 2015

EL ARTE Y LA MÚSICA: XENAKIS Y LE CORBUSIER.



Con la presente entrada se quiere mostrar como las artes están relacionadas entre si, aunque en ocasiones no lo parezca, así, tras la lectura de la misma el alumno deberá ser capaz de buscar la relación entre una obra musical y una obra no musical y presentarla por escrito siguiendo el siguiente esquema.



EL ARTE Y LA MÚSICA: XENAKIS Y LE CORBUSIER.


1º IDENTIFICACIÓN DE OBRAS.

OBRA MUSICAL

AUTOR: Ianis Xenakis (1922-2001)
TÍTULO: “Metástasis”.
FECHA DE CREACIÓN: Escrita entre 1953 y 1954. Estreno en 1955 durante el festival de Donaueschingen bajo la batuta del director Hans Rosbaud.
INTÉRPRETES VERSIÓN UTILIZADA: https://www.youtube.com/watch?v=SZazYFchLRI

OBRA NO MUSICAL

AUTOR: Le Corbusier e I. Xenakis,
TÍTULO: “Pabellón Philips” de Bruselas (Realizado siguiendo “El Modulor”).
FECHA DE CREACIÓN: En 1958 para la Exposición Universal de Bruselas.
TÉCNICA O MATERIAL: Construido siguiendo lo establecido en “El Modulor”, El pabellón es una composición asimétrica formada por 9 paraboloides hiperbólicos. Los paraboloides se conformaban mediante piezas rectas de hormigón prefabricado de aproximadamente 1,5 metros de anchura y 6 cm de grosor, sustentados por cables tensores por ambas caras. Los tensores de acero exteriores quedaban a la vista, mostrando una superficie reticulada, mientras que las paredes interiores estaban recubiertas de amianto para generar un efecto de caverna y potenciar la sensación acústica.


LUGAR EN QUE SE CONSERVA: Se encontraba en Bruselas hasta 1959 año en que fue demolido.


2º PRINCIPALES RASGOS Y ANÁLISIS COMPARATIVO DE AMBAS OBRAS.

La música de Xenakis se caracteriza por la interrelación entre los elementos procedentes de la propia música, de la física, la arquitectura y las matemáticas. Su concepto de música estocástica se basa en ideas matemáticas como la teoría de conjuntos, la lógica simbólica y la teoría de probabilidades, unidas a un concepto de stochos o evolución hacia un estado estable, es decir, hacia lo ordenado.

Como ya se ha señalado, Metástasis refleja la influencia de El Modulor. Esta obra iba a formar parte en un principio de una trilogía titulada Anastenaria (junto con Procession aux eaux claires y Sacrifice), pero fue separada por el compositor para su interpretación aislada. Dicha obra, fue hecha para 61 instrumentistas (12 instrumentos de viento, 3 percusionistas a cargo de 7 instrumentos, 46 instrumentos de cuerda) así todos ellos tocando partes individuales distintas de las demás. Está escrita usando la técnica "sonido en masa", en la que cada intérprete es responsable de completar glissandos a diferentes alturas y tiempos. La pieza está dominada por las cuerdas, iniciando la pieza al unísono separándose posteriormente en 46 partes. Esto se puede ver muy bien en la representación gráfica que Xenakis hizo de la obra (en anexo). Así en ella la orquesta toca completamente en divisi en 65 partes con las cuerdas y vientos cambiando continuamente la calidad del sonido. La idea del Modulor se confronta con el método serial, y el resultado es que pueden encontrarse una serie de semejanzas entre ambos, puesto que en los dos se desarrollan operaciones matemáticas que deben prefigurarse antes de la composición en notación; y en ambos se separan los parámetros del sonido (altura, duración, intensidad y timbre). En ningún caso existe una dependencia de un tema. Pero también existen diferencias dado que en el método serial las operaciones forman un orden de sucesión de los valores de los parámetros, mientras que en el Modulor los valores para determinar las proporciones son estándar. En Metástasis, Xenakis estableció el discurso de la obra como un desplazamiento continuo de una línea recta, musicalmente esto se representa por el empleo de los glissandos, de manera que se generen espacios sonoros en constante evolución. En su libro Formalized Music, Xenakis destaca el valor de estos glissandos y comenta que si éstos son largos y están suficientemente entrelazados se obtienen espacios sonoros de evolución continua, y que es posible producir superficies ordenadas dibujando los glissandos como líneas rectas.

Señaló el propio Xenakis haber llevado este experimento a la práctica con Metástasis, sirviendo esta obra musical de inspiración para el diseño arquitectónico del Pabellón Philips de Bruselas. Trasladando así Le Corbusier y Xenakis esta serie de glissandos anteriormente mencionados a la fachada del Pabellón Philips de Bruselas creando paredes deslizantes de glissandos, experimentando para ello con secciones cónicas que tenían como característica el trabajo sobre superficies deformadas engendradas por líneas rectas, siendo la propiedad más destacable la estabilidad y la distribución de pesos.

De esta manera, la música y la arquitectura surgen como organizaciones de intervalos sonoros o de elementos métricos en el tiempo y el espacio, y comparten, a un nivel abstracto, un nexo común, como señala Le Corbusier, “la música es tiempo y espacio, como la arquitectura. La música y la arquitectura dependen de la medida” de hecho este es un concepto básico dentro de las artes del número y la proporción. Además pretendían crear un “poema electrónico” basado en las ondulaciones de la fachada como si de música se tratara y un juego de luces que darían como resultado una performance de unos 2 minutos aproximadamente.

El resultado de la relación de estas dos obras es que se produce una síntesis artística del sonido, la luz, la arquitectura y del “gesto electrónico”, teniendo en cuenta que el concepto estético que se pone en marcha es el de abstracción aplicado a la música.


3º CONCLUSIONES.

Al comparar ambas obras se observa como en verdad existe una muy estrecha relación entre dos artes que a priori parecen tan dispares como son la arquitectura y la música, dado que en este caso concreto la partitura se hace edificio, pues el papel se vuelve hormigón y las ondas sonoras se convierten en delicados movimientos de paredes. Es sin duda a mi parecer la comparación de obras más exacta que se puede encontrar pues según Xenakis (uno de los autores) el Pabellón Philips no es otra cosa que el reflejo de la partitura de su obra Metástasis. Se ha de tener en cuenta que esta idea de transportar una partitura a las tres dimensiones también se llevó a cabo a la inversa de una manera asombrosa pues Xenakis en 1966 fundó en París el Centro de Estudios de Matemáticas y Música (CEMAMU), en donde diseñó el UPIC (Unidad Poliagógica de Información del CEMAMU), en el que se puede dibujar sobre una pantalla cualquier trazo transformándolo la maquina en música. Viendo así el autor este invento como una manera útil de trasladar sus planos arquitectónicos a la música.


Es esencial saber que es un glissando para entender ambas obras pues un glissando (en plural, glissandi) es un efecto sonoro consistente en pasar rápidamente de un sonido hasta otro más agudo o más grave haciendo que se escuchen todos los sonidos intermedios posibles, dependiendo de las características del instrumento. Viene del francés cuyo significado es resbalar, deslizar y eso es precisamente lo que me transmite la fachada del Pabellón Philips pues como si de un juego de toboganes se tratara (dicho vulgarmente) se ve en su fachada esa sensación resbaladiza o deslizante, no representándose otra cosa que la vibración de los sonidos que se desprenden de la propia obra musical Metástasis. 



Elementos adjuntos necesarios para entender la entrada:

- Enlace con la obra musical en cuestión, de Ianis Xenakis.
- Imagen del Pabello Philips de Le Corbusier.
- Dibujo con diseños preparatorios del pabellón,
- Dibujo donde se representan los glissandos de la partitura y en que como vemos guardan especial relación con la obra arquitectónica definitiva.



Se propone a los alumnos que realicen otra comparación de una obra musical y una obra artística, ya sea escultura, pintura o arquitectura.








No hay comentarios:

Publicar un comentario